sábado, 10 de septiembre de 2011

Amétrico trocaico

Todos mueren.
Arrojadlos a la muerte con olvido, sin memoria.
Todos mueren.
Expulsadlos desde vuestros corazones, que no habiten vuestros cuerpos, vuestras casas.
Rechazad todos los dioses y las glorias de sus reinos,
agotando el paraíso tras la búsqueda insaciable.
No dejéis la libertad, aunque parezca frágil, en las sucias manos
de tiranos sacerdotes que negocian con el miedo.
Repudiad lo luminoso, por seguro que es la luz de algún hipócrita con doble moralina.
Dioses todopoderosos, inmortales,
al final acaban siendo las cenizas de sus propios resplandores, redentores sin destino.
Todos mueren, siempre mueren.

José Ángel G.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Mientras caminas, una sombra gris
sigue tus pasos, y al mirarla vuela
como una ráfaga de viento frío
por tu columna.

Sientes su esencia musical de flauta,
piedra tallada en la memoria frágil,
pero la sombra no es tu amiga fiel,
es un reflejo.

Doblan campanas en el pueblo, tristes;
sabes que algún día te irás cantando,
ángel guardián que lucha y sangra sangre,
llega tu muerte.

Alas abiertas serán tus plegarias nocturnas del alma,
pues el recuerdo de haber caminado te hará libre al menos.
JAGG