viernes, 2 de marzo de 2012

Por qué el capitalismo es un fracaso a nivel mundial

Implantar el capitalismo en todo el planeta es un fracaso y sólo conduce a la explotación de seres humanos por otros seres humanos, a la explotación de países por otros países, y a corto, medio y largo plazos sólo puede conducir a la miseria de la mayoría. El capitalismo promete libertad, igualdad, bienestar… quimeras y una forma taimada de enmascarar la explotación. Es imposible que el capitalismo funcione a nivel mundial por una simple cuestión matemática: es imposible que todos los países —para ser "felices" y "libres"— exporten más de lo que importan; lo que exportan unos países tiene que ser importado por otros, en otras palabras: tiene que haber países explotadores y países explotados —o enmascarando los términos: países exportadores y países importadores— para que funcione el chiringuito.

La cuestión china

Muchos pseudo-patriotas de salón y cartón españoles se quejan de la hegemonía económica china, de que nos han invadido con sus tiendas de "todo a un euro", de que tienen privilegios económicos en España, que no "pagan impuestos" y otras falacias similares. No seamos ahora hipócritas. Es cierto que las tiendas chinas instaladas en España tienen —o tuvieron— "ciertos privilegios fiscales", la causa es un convenio que firmaron ambos países (Convenio entre el Gobierno de España y el Gobierno de la República Popular China para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de Impuestos sobre la Renta y el Patrimonio. El convenio data del 22 de Noviembre de 1990 y fue publicado en el BOE de 25 de Junio de 1992). Este fue el comienzo de una bonita amistad entre ambos países, una relación económica y comercial que comenzó en la etapa de gobierno de Felipe González, y que ha continuado in crescendo desde entonces con cada uno de los gobiernos españoles que le han sucedido: José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y por supuesto Mariano Rajoy. Una de las etapas donde más se instalaron empresas y comercios de este tipo en territorio español fue la de José María Aznar, precisamente. Lo que nadie cuenta es que las ventajas que tuvieron o tienen —desconozco si ha vencido el plazo o no— también las tuvieron empresas españolas y europeas, las cuales no tuvieron ningún problema en cerrar sus puertas y destruir miles y miles de puestos de trabajo en España y en Europa para marcharse a China porque la mano de obra era más barata y tenían las ventajas que ofrecían el Convenio anteriormente mencionado. Actualmente el "sindicato de empresarios" (la CEOE) pretende instalar en España las condiciones laborales existentes en China (mano de obra barata, intensificación y prolongación de la jornada laboral, pocos derechos laborales, etc.), y de ahí ha surgido la devastadora reforma laboral llevada a cabo por el gobierno de Mariano Rajoy. Así que nadie se queje ahora de China, y menos aún los pseudo-patriotas de salón. El capitalismo ha creado un monstruo y no sabe cómo detenerlo.

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